El dato de desempleo es desalentador en general, y aún más desalentador en ciertos grupos de población como es por ejemplo el desempleo juvenil (menores de 35 años) y el desempleo femenino, concretamente si eres mayor de 45 años o menor de 35.
Por eso, concretamente para el grupo que engloba a mujeres mayores de 45 años, los datos de la última Encuesta de Población Activa (EPA) dan cabida a la esperanza; pues nos muestran que del total de empleo creado, el 94% del total fue para este grupo. Un grupo tradicionalmente perjudicado, en el que el desempleo de larga duración es la característica principal.
Podemos decir que hay dos causas concretas que explican que sea este grupo de edad el que se encuentre a la cabeza de la creación de empleo:
- Por un lado el llamado en economía “efecto rebote”: tras la destrucción de empleo, solo queda volver a crear.
- La necesidad de aumentar los ingresos en los hogares: estas mujeres, posiblemente madres y cabezas de familia, planten cara con más éxito al desempleo con el fin único de salir de la mala situación que pueda pasar su familia.
Pero en la otra cara de la moneda, nos encontramos al perfil de mujeres jóvenes (entre 20 y 35 años), en la que los datos nos indican que en 2014, se destruyeron casi la friolera de 45.000 empleos de este grupo.
Por eso las instituciones públicas intentan ayudar, proporcionando a mujeres emprendedoras respaldo económico, sobre todo a jóvenes menores de 35 años, para que cuanto antes podamos poner fin a la situación previamente.
Las condiciones de estas ayudas son muy buenas, en primer lugar no se necesitan avales una vez que el negocio de haya reconocido como viables (previo plan de marketing presentado), y en segundo lugar se les proporciona también asesoramiento hasta la fecha de constitución de la ayuda.
Los requisitos para optar a estas ayudas son de un perfil concreto: mujeres jóvenes, emprendedoras y empresarias con un negocio cuya antigüedad sea inferior a tres o cinco años, que tengan dificultades de acceso a financiación (ya sea por motivos personales o laborales).