El autoempleo es una de las formas de trabaja menos valoradas que hay en el mercado laboral, por eso cada vez hay menos gente que quiera ser autónomo.

Como muestran las estadísticas nuestro país tiene un gran número de autónomos y pymes por eso, era necesario tomar medidas al respecto, con lo que hace un par de años el Real Decreto-Ley 4/2013, del 22 de febrero. En el que se recogen una serie de  medidas de apoyo al emprendedor y para estimular el crecimiento y de la creación de empleo.

En este decreto se recogen  distintas medidas fiscales, laborales, mercantiles y administrativas cuyo fin último es dar un estímulo a aquellos que quieren trabajar por cuenta propia. Pues una de las características principales que recoge el Real decreto es incentivar a las entidades de nueva creación.

En cuanto a la perspectiva laboral, los cuatro ámbitos en los que incide este Real decreto son: pymes, autónomos, emprendedores y desempleo juvenil; introduciendo modificaciones tanto en el Estatuto de los Trabajadores como en la Ley General de la Seguridad Social.

Las medidas fiscales y laborales que se adoptan, están relacionadas sobre todo con el estímulo de la iniciativa emprendedora del desarrollo empresarial. Entre estas medidas podemos destacar:

• La creación de bonificaciones y reducciones aplicables a jóvenes trabajadores por cuenta propia.
• La compatibilización de la percepción de la prestación por desempleo con el trabajo por cuenta propia.
• La protección frente a las contingencias de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, que incluye la cobertura de la protección por cese de actividad.

Es muy importante proteger a una buena parte de la masa empresarial de nuestro país: los autónomos.