Para incrementar las ventas en nuestro negocio es muy importante valorar la forma en la que exponemos los productos. Diseño y creación se dan la mano para que a los clientes les resulte atractivo entrar en las tiendas.

La idea del escaparate empieza antes de que este exista, a veces hay que elegir la ropa de los maniquís o decorar un espacio para exponer unos muebles.

Las empresas grandes suelen tener un equipo de trabajo que se dedica a planificar esto en relación a las preferencias de los posibles clientes, depende del tipo de negocio que se trate pueden utilizar planos, dibujos, fotos…

Por otro lado, en las tiendas más pequeñas generalmente son los propios jefes y/o empleados los que se encargan de diseñar el escaparate, deciden el tema, los accesorios, la iluminación, los colores…

Aunque no lo parezca los escaparates son un área de trabajo complicada, suelen ser estrechos por lo que hay que mover los productos en un espacio reducido y sin dañarlos ya que son objetos que más tarde podrían venderse.